Destacan actualmente dos sistemas para llevar a cabo el tratamiento de las coloraciones dentales:

Blanqueamiento dental en consulta: el procedimiento se efectúa en aproximadamente 30 minutos. Previamente se coloca una silicona para aislar la encía del producto que será activado por la luz del Láser. Inmediatamente después, sin anestesia y mediante una técnica absolutamente indolora se procede a la aplicación de un gel que es activado por la luz del láser.

Blanqueamiento dental supervisado por el profesional y administrado por el mismo paciente en su domicilio. En este caso el tratamiento consiste en tomar unos moldes de las dos arcadas de la boca del paciente para confeccionar en laboratorio unas férulas que se adaptan a la anatomía del paciente. Éstas se le entregan junto con un Kit de blanqueamiento que contiene el producto blanqueador, indicándole la forma de aplicación y los controles en clínica a realizar por el odontólogo, quien supervisará la evolución del tratamiento, así como cualquier incidencia que se pueda producir durante el mismo.

Durante una semana el paciente deberá abstenerse de ingerir alimentos que contengan pigmentos, beber vino tinto, café, infusiones o fumar. En definitiva, sugerimos una dieta blanca.

El blanqueamiento obtenido se mantendrá varios años, dependiendo de cada paciente, de sus dientes y de su cuidado. En cualquier caso, cuando decae el blanqueamiento se podrá realizar un recordatorio para recuperar el resultado inicial.

Cada paciente requiere una evaluación previa, con la finalidad de predecir el resultado del tratamiento, que será diferente para cada persona, según el color y tipo de esmalte que posea en sus piezas dentarias. En caso de que sea portador de coronas (fundas) o empastes en el sector anterior de la boca, los mismos deberán ser reemplazados posteriormente para conseguir una estética dental ideal (opcional).